miércoles, 20 de junio de 2018

Tarta vegana de 'queso' y fresas

Últimamente me apetece comer más dulce. La verdad es que estoy tomando menos  batidos con fruta y se nota. A ver si con la llegada del calor retomo esos smoothies diarios tan refrescantes... De vez en cuando no pasa nada por comer dulces, siempre que sean saludables, como esta deliciosa tarta de fresa.

Si no tenéis nueces de macadamia podéis usar anacardos. Estos son más habituales en este tipo de receta, pero trato de buscar alternativas para no usarlos tan a menudo.

Podéis aumentar la cantidad de sirope de ágave si os gusta más dulce, yo he tratado de usar la menor cantidad posible. También podéis usar azúcar de coco o xilitol (azúcar de abedul).

El residuo de almendra es el resto que queda tras hacer la leche de almendra con un extractor de zumo. También podéis usar almendra molida. El gel de chía se prepara poniendo en agua las semillas, al menos una hora antes. La mermelada de fresas la hice con fresas, azúcar de coco y agar agar (a ver si me acuerdo y subo la receta), pero podéis usar cualquier otra.

Si tenéis dudas con algún ingrediente o parte del proceso, poned un comentario abajo.

Aquí va la receta:

TARTA VEGANA DE QUESO Y FRESAS

Ingredientes

Base:
1 T de residuo de almendra
1 T de dátiles deshuesados
2 C de  cacao puro en polvo
1 C de gel de chía

Masa de queso vegano:
200 g de nueces de macadamia
1 T de mermelada de fresas
1 lata de leche de coco
150 ml de sirope de ágave
½ limón, el zumo
2 c de agar agar

Cobertura:
1 T de mermelada de fresas
Fresas y hojas de menta

Preparación

Dejamos las nueces en remojo durante 12 horas, y los dátiles una hora como mínimo.
En un procesador ponemos la almendra, los dátiles y el cacao, trituramos y forramos un molde redondo desmontable (forrado con papel de horno). Dejamos en el frigorífico unas horas.
Preparamos la masa de queso vegano triturando las nueces escurridas, la mermelada de fresa, el sirope de ágave y el zumo de limón, hasta obtener una mezcla homogénea.
Ponemos un cazo al fuego con la leche de coco y el agar agar, removiendo constantemente. Cuando rompa a hervir, apagamos y seguimos removiendo un poco. Lo añadimos a la masa de queso y volvemos a batir.
Echamos la mezcla sobre la base de almendra y dátil y metemos en el frigorífico unas horas, para que cuaje bien. Luego cubrimos con el resto de mermelada de fresas y decoramos con unas fresas cortadas y hojas de menta. Bon appetit!








lunes, 11 de junio de 2018

Garbanzos tandoori con humus

Esta es una receta riquísima que se hace en un pispás. Además, podéis usar cualquier verdura u hortaliza que tengáis, queda bien con casi todo.
Ayer me pasé el día haciendo cuadernos. Es una tarea que te abstrae completamente, y cuando te quieres dar cuenta es la hora de comer y no tienes nada preparado. Manos a la obra: tenía un puerro, berenjenas y pimientos, así que fue fácil decidirse: picar y rehogar las verduras y en 10 minutos la comida en la mesa.
Las especias tandoori le dan un toque muy especial al plato, pero podéis utilizar cualquier mezcla de especias que os guste.
El humus aligera mucho el plato, y no dificulta la digestión, pues también son garbanzos, preparados de otra manera. 
Aquí va la receta:

GARBANZOS TANDOORI CON HUMUS

Ingredientes

2/3 de tarro de garbanzos cocidos
1 puerro
1 berenjena
1 pimiento verde
½ T de ciruelas pasas o uvas pasas
1 C (o más) de especias tandoori (o garam masala), cúrcuma, sal, pimienta

Humus
1/3 de tarro de garbanzos cocidos
1 C de tahini
½ limón, el zumo
1 diente de ajo pequeño
1 C de aceite
Sal
Agua necesaria para que quede una mezcla fluída

Preparación

Rehogamos las hortalizas picadas, añadimos las especias y sal. Escurrimos el tarro de garbanzos, y añadimos 2/3 a la mezcla anterior. Cortamos las ciruelas a trocitos y las añadimos. Damos unas vueltas y retiramos del fuego, dejando reposar tapado.
Para el humus, mezclamos todos los ingredientes, y vamos añadiendo agua hasta obtener la textura que queramos.
Colocamos los garbanzos en el plato, hacemos un hoyo en el centro y colocamos el humus. Está realmente rico, la mezcla de sabores es espectacular. Y comprobadlo ¡listo en 10 minutos!



viernes, 8 de junio de 2018

Pan sin gluten, sin harina y sin levadura

Hace mucho tiempo que no publico una receta en el blog, así que voy a intentar ponerlo al día con los últimos descubrimientos. Uno de ellos es este riquísimo pan sin gluten, sin harinas procesadas y sin levadura ¿a que parece increíble?
Para mi es importante la diferencia entre hacer un pan con una harina procesada, envasada sin vida y sin luz durante un tiempo incierto, y un cereal (o pseudocereal) vivo, como en este caso el trigo sarraceno, que contiene un germen capaz de brotar y desplegar toda esa vida... No comemos lo mismo, indudablemente: lo mimamos, lo ayudamos a germinar, luego a fermentar... Y entonces nos alimentamos con parte de esa luz de los prados, de ese sol que lo impregnaba. Sentir eso por la mañana, en forma de tostadita, es una sensación única.
No es imprescindible que uséis psyllium, pero proporciona a la masa una esponjosidad que merece la pena.
He probado a hacer esta receta con otros granos, pero no salió. Hago este pan prácticamente una vez a la semana, y lo guardo en el refrigerador. Es un pan compacto pero esponjoso a la vez, no se rompe y se pueden hacer rebanadas tan finas como quieras. A mi me encanta dorarlo en la tostadora por las mañanas, acompañado de queso-crema de anacardos o paté de tomate.
Las especias las varío cada semana para cambiar el sabor, echo una buena cantidad porque el trigo sarraceno es fuerte. También puedes probar con trocitos de tomates secos, levadura nutricional, hierbas frescas...
Es realmente sencillo de preparar, solo hay que cuidar cada paso con mimo para obtener un riquísimo pan supersaludable.

Aquí va la receta:

PAN SIN GLUTEN, SIN HARINA Y SIN LEVADURA

Ingredientes
2 T de trigo sarraceno
2/3 T de agua
1 ½ c de sal
1T semillas de girasol
1c de tomillo, 1c de orégano, 1c de pimentón, 1c de cúrcuma, 1/4c de pimienta negra
1C de psyllium

Preparación
Poner el trigo en remojo unas 4 horas. Pasado este tiempo colar sin lavar, así ayudamos a que fermente más fácilmente. Añadimos el agua reservada y trituramos. Dejar fermentar entre 12-24 h, según la temperatura ambiente, en un sitio tranquilo y protegido de la luz. Yo lo dejo dentro de un armario de cocina.
Cuando la masa esté fermentada (queda como mousse y no huele muy bien), mezclar con las semillas trituradas, las especias, la sal y el psyllium.
Forrar un molde con papel de horno y verter la masa. Poner semillas en la superficie presionando un poquito, y hacer una hendidura longitudinal en el centro.
Hornear a 200ºC (precalentando a 220ºC) durante 1h. Desmoldar en rejilla cuando esté tibio.
Una vez frío lo podemos guardar en el frigorífico. Se conserva más de una semana.