miércoles, 15 de octubre de 2008

En lo profundo del Valle de la Luna

En lo profundo del Valle de la Luna, los relojes se detienen. A veces aparecen nubes negras y el cielo parece desplomarse.
En el Valle de la Luna, algo muere.
Me asaltan los temores más oscuros, el ritmo vital decrece, como presagio del Negro.
Sólo a veces.

Cuando sale el Sol, el Valle de la Luna derrama flores. Suena el agua. Suena el campo. Se percibe cada brizna de hierba acariciada por el viento. Una extraña conexión con el Mundo se establece. El Amor lo inunda todo, me posee. Soy una partícula más del Todo, y éste, un reflejo de mí misma. Necesito compartirlo.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Algunos te escuchamos en silencio

Elena Rosa Cruz dijo...

En el silencio no se comparte. Es negro y solitario. Mejor la luz de una sonrisa, y unos ojos en los que descansar.
El silencio no te da la mano, ni te ofrece su hombro para que te apoyes en él. A veces la escucha es necesaria, a veces lo es más una palabra certera, o un abrazo sincero.