miércoles, 3 de marzo de 2010

Lecciones de vida

Elisabeth Kübler-Ross y David Kessler
Quienes han caminado por el umbral de la muerte, tienen una visión de la vida capaz de iluminar los pasos de quienes no ven tan clara esa perspectiva. La proximidad de un momento tan crucial en nuestra existencia, nos enseña a reconocer al máximo todo aquello capaz de hacernos disfrutar, de hacernos sentir bien. Los últimos momentos en la tierra no han de ser tristes y vacíos, sino llenos de amor y vivencias maravillosas. Así lo sienten y lo expresan los pacientes de EKR, a quienes tantas veces ayudó a atravesar el umbral, y con quienes tanto compartió en esos últimos momentos de estancia en este mundo. Ellos nos transmiten lecciones de vida únicas, sobre las relaciones, el perdón, la felicidad... que nos pueden ayudar a dejar a un lado obstáculos que a veces, de la manera más absurda, nos impiden vivir plenamente.
Cuando uno está postrado en la cama de un hospital sin saber si algún día podrá levantarse, cuando ignora si volverá a sumergirse en el mar o si verá crecer a sus hijos... cosas que antes parecían importantes dejan de serlo,  mientras detalles que parecían triviales se tornan imprescindibles. Abrir la ventana y ver el sol cada mañana, oir repiquetear la lluvia en los cristales, ver la propia alma reflejada en una mirada presente, se convierten en razón de la existencia. Los colores son más intensos, los abrazos más envolventes, el aire más fresco... Quien sobrevive a la enfermedad, comienza a vivir la vida como un regalo, como una nueva oportunidad para hacer mejor las cosas. Los miedos se minimizan. Muchos pacientes que vencieron a la muerte reconocen en la enfermedad un maestro insustituible al que no renunciarían si tuvieran que volver a vivir la misma vida.
"... Para conocernos y ser auténticos con nosotros mismos, para descubrir lo que queremos hacer y lo que no, necesitamos comprometernos con nuestras propias experiencias. Todo lo que hacemos debemos hacerlo porque nos produce alegría y paz, desde el empleo que tenemos hasta la ropa que usamos. Si hacemos algo para aparentar respetabilidad a los ojos de los demás, no estamos viendo el valor que hay en nosotros. Es sorprendente hasta que punto vivimos mucho más por lo que deberíamos hacer que por lo que queremos hacer.

De vez en cuando, cede ante un impulso que habitualmente reprimirías, intenta hacer algo "excepcional" o nuevo. Tal vez aprendas algo sobre quién eres. O pregúntate que harías si nadie estuviese mirando. Si pudieses hacer algo que desearas, sin consecuencias, ¿Qué sería? Tu respuesta a esa pregunta revela mucho sobre quién eres, o al menos sobre lo que te lo impide. Esa respuesta a esa pregunta puede indicarte una creencia negativa sobre ti mismo, o una lección en la que debes trabajar para descubrir tu esencia.

Si respondes que robarías, probablemente tienes miedo a no tener suficiente.
Si respondes que mentirías, probablemente no te sientes seguro diciendo la verdad.
Si respondes que amarías a alguien que ahora no amas, tal vez temes al amor..."



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