miércoles, 17 de octubre de 2018

Agua de vida o Rejuvelac


El rejuvelac es una bebida enzimática que contiene muchos nutrientes, como vitaminas B, E y K, ácido láctico y aminoácidos. Es un fermento, es decir, un alimento pre-digerido, en el cual, gracias a su alto contenido en enzimas, las proteínas se fragmentan en aminoácidos y los carbohidratos en azúcares simples, que el organismo asimilará con muy poco esfuerzo. Lo obtenemos a través de la germinación de semillas.  Habitualmente, nuestra alimentación está basada en alimentos cocinados, y esa cocción destruye las enzimas. Por eso conviene aumentar el consumo de alimentos fermentados, que son muy ricos en enzimas.
El rejuvelac mejora la digestión, el estreñimiento y la limpieza del intestino. Ayuda a destruir las bacterias nocivas, por su contenido en ácido láctico. Promueve el desarrollo de bacterias 'buenas' que contribuyen a mantener saludable la flora intestinal. Por su elevado contenido en enzimas, promueve la digestión, y eso evita flatulencias. Hace que el colon produzca lactobacilos, que además de desintoxicar, producen ácido láctico y vitaminas del grupo B. Es antiinflamatorio en gastritis y colitis. Además, constituye un estímulo para reforzar el sistema inmunológico.
Hay que ser muy estricto con las medidas higiénicas cuando preparamos agua enzimática, y evitar así crecimientos no deseados. Así que nos lavaremos muy bien las manos, y utilizaremos recipientes y utensilios esterilizados.
El proceso de preparación es muy sencillo. Yo suelo hacerlo con lentejas o judía mungo, porque las tengo siempre disponibles, y además germinan muy rápido. Pero lo podemos preparar germinando trigo sarraceno, quinoa, trigo, chía, centeno, arroz... Siempre tengo rejuvelac en el frigorífico, y antes de que se acabe, empiezo a germinar semillas para el próximo ciclo.
Lo utilizo mucho: a diario lo añado a los batidos verdes como líquido de base. A los zumos también agrego una pequeña cantidad. También lo utilizo para hacer quesos y yogures veganos, como fermento. Más adelante iré subiendo recetas hechas con rejuvelac, y de otros alimentos fermentados. Pero antes de eso hay que familiarizarse con el proceso de fabricación del agua enzimática.
Lo primero que hacemos es germinar las lentejas ecológicas. Ponemos un puñado en un cuenco, cubrimos de agua y tapamos con un plato. Si esto lo hacemos por la noche, a la mañana siguiente filtramos y lavamos, y volvemos a dejar en el cuenco tapado otras 12 horas. Repetimos este último paso hasta que las semillas germinen. Este tiempo varía según la temperatura del momento, pero oscila entre 1 y 3 días. Una vez germinadas las semillas, las echamos en una botella de cristal (yo uso unas de 2 litros),y llenamos de agua. Tapamos con papel sujeto con una goma elástica, y metemos en un armario durante 48 horas. Filtramos, y al líquido obtenido le añadimos el zumo de 1 limón, que mejora el sabor y el contenido nutricional. Para una segunda tanda, podemos poner las mismas semillas en otra botella, llenamos de agua, tapamos y al armario, pero esta vez será la mitad de cantidad y de tiempo, es decir, un litro de agua durante 24 horas. Filtramos y hacemos lo mismo que antes, pero esta vez desechamos las semillas. 
El aspecto del rejuvelac es de agua turbia, y huele a fermento. Es un olor algo fuerte, pero no malo. Si sospecháis que ha podido haber contaminación, desechadlo.
Al principio, y hasta que os familiaricéis con el sabor y uso del rejuvelac, podéis hacer solo la primera tanda.
Podemos tomar un poco por la mañana en ayunas, o antes de cada comida. Empezar con una pequeña cantidad diaria para asegurarnos que nuestro organismo lo tolera bien, y luego podemos ir aumentando la cantidad poco a poco.
Semillas de lenteja germinadas
Preparación del agua enzimática: en un recipiente 
ponemos las semillas germinadas con agua

Este es el aspecto del rejuvelac ya listo, justo antes de filtrar


Rejuvelac listo para tapar y guardar en el frigorífico


Rejuvelac con judía mungo




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