lunes, 3 de noviembre de 2008

El mirlo de pico naranja

Fuera de las suaves sábanas de seda, el frío me deja sin respiración. La ducha caliente con olor a fresa me devuelve a la tierra, pero sigo envuelta en bruma y escarcha. Una infusión casi hirviendo lleva a cabo un segundo intento de entrar en calor. De pie junto a la ventana de la cocina, el día se presenta plomizo, las nubes más espesas que nunca, el horizonte borrado. El tiempo pesa y se pega a los párpados, sigo arropada por un sopor pegajoso que me confunde. Entonces aparece, como un mensajero de algún dios desconocido, el brillante mirlo de pico naranja. Se posa sobre el marco de la puerta, solemne, presidiendo alguna ceremonia que habré de descifrar. Me mira y le sonrío, me gustan las aves, y muy especialmente, estas. Mueve la cabecita y sigue allí, como el guardián del umbral, vigilando alguna realidad oculta al entendimiento. Mis manos se van calentando, la taza azul de porcelana china, llena de ardiente agua con melocotón y maracuyá, cumple su misión.

Entonces, como en un sueño, 7 mirlos negros de pico negro, que escupe el viento, se sumergen en la parra escarlata de la fachada, a apenas un par de metros de donde me encuentro. Los contemplo embelesada, su danza sacude las hojas, que cantan a la mañana antes de caer en un profundo letargo durante el invierno. Como abejas alrededor de jugosas flores, como colibrís que desafían al aire, repiten el baile en un intento de decirme algo. Por un instante, dudo si estoy o no despierta, este paisaje onírico me hace flotar sobre el suelo. Mientras tanto, el mirlo de pico naranja continúa su atenta observación, nada de intrusos en este juego. Permanezco allí horas, días, varias vidas...
Preciosa forma de comenzar el día, de volver de las estrellas, de despegar la noche de mi piel...


8 comentarios:

Anónimo dijo...

negro sobre negro, naranja sobre negro. ¿7 negritos o 7 enanitos?

Elena Rosa Cruz dijo...

Me quedo con los versos de Paul McCartney en la voz de Sarah McLachlan:

Mirlo que cantas en el silencio de la noche,
despliega esas alas y aprende a volar.

Toda la vida
has esperado este momento para alzar el vuelo.

Mirlo que cantas en el silencio de la noche,
abre esos ojos hundidos y aprende a ver.

Toda la vida
has esperado ese momento para ser libre.

Vuela, mirlo, vuela,
en la luz de una noche oscura y negra.
Vuela, mirlo, vuela,
en la luz de una noche oscura y negra.

Mirlo que cantas en el silencio de la noche,
despliega esas alas rotas y aprende a volar.

Toda la vida
has esperado este momento para alzar el vuelo.

Anónimo dijo...

Pues no entiendo
¿siete enanitos o siete negritos? y le dices que ¿no sabe volar o que esta ciego el mirlo cantarin?
Me he perdido algo o es algun lenguaje secreto con doble mensaje, para alguien-algo en especial y que no pillo.
Oye, que muy bonitos los versos...

Elena Rosa Cruz dijo...

Pues me temo que si quieres saberlo tendrás que identificarte.
Besos

Anónimo dijo...

Yo tambien quiero saberlo
soy el pelicano rojo

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Juan Carlos dijo...

Me haz ayudado a entender un sueño que tuve con mirlos negros de pico amarillo.
Con la cancion de Sara y con un comentario que te hicieron de otra cancion.
Muchas gracias